¡ Qué bueno es hacer de cada día una aventura; luchar sin tregua e insistir con tenacidad ! Conviene alimentar el fuego de esa esperanza que nos mantiene con vida.
SOMOS CAPACES DE ENFRENTAR RIESGOS CUANDO DIOS ES NUESTRO AMIGO, Y CUANDO NOS MUEVEN LA FE Y EL AMOR QUE DINAMIZAN LA ESPERANZA.
Estas tres virtudes son las palancas que mueven el mundo! Son las fuerzas que nos motivan a ver los obstáculos como desafíos y a vencer el desaliento.
El nuevo día es un llamado a insistir, persistir, resistir y nunca desistir.
Cada alborada, el sol brilla para invitarnos a dar lo mejor sin esperar nada a cambio, con un sereno desapego.
¡ EL SOL NOS LLAMA A DECIRLE SÍ A LA VIDA !
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