Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.
Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan.
Amigo bueno que así me llamas.
1 comentario:
:D
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