Todos experimentamos zonas cero en la vida, grandes pérdidas que estremecen nuestro cimiento, nuestra vida y nuestra fe: pérdidas profesionales, de seres queridos, del matrimonio. Son etapas en nuestra vida en que nos sentimos abrumados por la tragedia o por la magnitud de los sucesos y nos sentimos desvalidos. Pareciera que las torres gemelas de nuestra vida están a punto de colapsar y transformar todo en una rutina, e incluso arrastrarnos... Las zonas cero en la vida de los hijos de Dios son decisivas. Pueden construir o destruir una vida. Sabes que te amo. Y que eres muy especial para Dios. Dios te ama y te lo hace saber a cada segundo.
Es lindo recibir este tipo de mensajitos, más cuando son inesperados.
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